Es curioso cómo funciona el audiovisual en el terreno de series. Si no eres un proyecto hecho en Hollywood o, en menor medida, en Reino Unido, no cuentas para los grandes premios de la industria. Los únicos que han conseguido romper ese techo han sido los coreanos, a base de no dejar de producir, y agarrándose a series fenómeno como 'El juego del calamar'. Y viendo una producción como 'La sombra de la tierra', que estrena Atresplayer este 24 de noviembre, lo único que podemos pensar es en el reconocimiento que tendría de haber sido rodada en inglés.
Elvira Mínguez, ganadora de un Goya, escribió la novela 'La sombra de la tierra' y sorprendió a todos con su crudo relato sobre la España rural de finales del siglo XIX. Esas rencillas familiares que pasan de generación en generación. Esos abusos sistémicos que se ceban continuamente en las mujeres. Esas matriarcas que lo saben todo, que callan mucho y a la que los demás las tienen miedo. Esa suciedad inherente a un pueblo olvidado por el progreso de las grandes ciudades. Y esas tramas enrevesadas que siempre envuelven la muerte como fin último. Todo eso estaba presente en su primera novela. Y también está en su debut como directora. Porque es Elvira Mínguez la que se encarga de adaptar su propia historia, con un pulso que solo tienen los grandes directores.
Por un momento, estéticamente nos podría recordar incluso a 'Los asesinos de la luna', la película de Martin Scorsese. Quizá por su planteamiento pausado, o por su formato de rodaje, que nos mete en una historia más cinematográfica. Es verdad que 'La sombra de la tierra' no es una serie para todos los públicos. Ya no por la crudeza de ciertas escenas, sino por su ritmo y por su historia. En una época en la que prima lo rápido, lo inmediato, y los diálogos chispeantes, la serie de Atresplayer va totalmente a contracorriente.
Ya desde el inicio, centrándose en la muerte de un personaje y en cómo y dónde lo van a enterrar, podemos entender por dónde van a ir los tiros. Las caracterizaciones son perfectas, con una labor de maquillaje (no siempre son necesarios grandes alardes para destacar) y de vestuario encomiable. Al comienzo nos encontramos, por ejemplo, con el personaje de Garibalda, una inconmensurable Adelfa Calvo, que da muestras de lo que vamos a encontrar. Mujeres rotas por un historial de abusos, muchas veces intrafamiliares, que buscan venganza siendo ellas las que manden.
Es que hasta en el principio del último episodio, cuesta mucho no apartar la mirada. Violaciones dentro de la propia familia, con padres aprovechándose de sus propias hijas. "Tú hermana es más cariñosa que tú". Una línea de diálogo que hiela la sangre. Y 'La sombra de la tierra' lo hace sin necesidad de tener que mostrar demasiado, o ser demasiado explícita visualmente. Pero ahí, el principal problema raíz de todos los males que asolan a los personajes. Como siempre, la crueldad y egoísmo de los hombres. Y el silencio de los hijos por los pecados de sus padres. "Yo te maldigo, madre". Otro momento intenso que encontramos casi al final (pero no desvelaremos qué personaje lo dice).
Quizá se haga un poco larga, ya no solo por el ritmo, sino porque da la impresión de que podría haber funcionado mucho mejor como película. El tono es tan agresivo y visualmente todo es tan salvaje, que cuesta mantener la atención durante cuatro episodios. Pero el trabajo tanto de la propia Elvira Mínguez tras la cámara como la del reparto es encomiable. Con un recuperado Carmelo Gómez, una Adelfa Calvo brutal, y varios intérpretes más con una actuación sólida y definida, como Camila Viyuela o Ginés García-Millán. Por momentos, la serie tiene un tono más de neowestern, quizá por la ambientación, tan bien acompañada por la banda sonora de Sergio Moure de Oteyza, compositor entre otras, de la reciente 'Clanes' de Netflix.
En definitiva, 'La sombra de la tierra' es una de esas series que, de tener actores reconocidos internacionalmente, estaría sonando en todas las quinielas de los grandes premios. Pero al ser estrenada por una plataforma como Atresplayer, puede que quede relegada al olvido o a un segundo plano. Y no se lo merece, sobre todo por su valentía al contar una historia así.
¿De qué 'La sombra de la tierra'?
En 1896, Villaveza del Agua es un pueblo de la provincia de Zamora dominado por la pobreza. Las miserables tierras de cultivo y las montañas conforman un paisaje fronterizo e inaccesible donde Garibalda, una mujer viuda y enferma, gobierna con mano de hierro la comunidad. Enfrente se encuentra Atilana, su eterna rival, que aspira sin tregua a alcanzar el poder que ostenta la tirana. Enemistadas desde hace muchos años, el odio es el motor de sus actos. La lucha de estas dos mujeres egoístas y manipuladoras arrastrará a todo aquel que esté a su lado, aunque serán sus hijos las principales víctimas de esta herencia maldita. Ninguna será capaz de ver las consecuencias de sus hechos hasta que sea demasiado tarde.